«Iba a remover cielo y tierra para dar con quien lo había matado. No iba a quedarse llorando su pena mientras alguien trataba de convertirla en la asesina del amor de su vida». Un salvaje crimen golpea Pasaia cuando solo han pasado dos años de la detención del Sacamantecas.
La elección de la víctima y el lugar, el faro de la Plata, no parecen fruto del azar. La inquietante marka que el asesino traza en el cadáver tampoco. Todo apunta ...